viernes, 14 de septiembre de 2007

Sueños



Comparo los sueños con pequeñas y grandes pompas de jabón. El hecho de entrar en somnolencia es como un primer soplido, en el cual varias pompas salen disparadas en todas direcciones. Son minusculas, con pequeñas gotitas de agua en su interior. Después, la expulsión de aire se realiza de forma mas continuada, produciendo una gran pompa, el sueño que solemos recordar nada mas despertar.

La burbuja de agua y jabón se crea poco a poco hasta el instante preciso del final, que al igual que el sueño, termina en un sencillo: ¡¡Plof!! Nos despertamos y recordamos haber visto la pompa, haberla creado, pero no como era.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me duele la garganta de cantar. Hoy he entonado como si fuera la última vez, he cerrado los ojos en los tonos más altos para no marearme porque, como tu, padezco fobia a las alturas. He desmigado tres canciones y el público aplaudió cada una como la primera y para celebrarlo hemos ido a bailar. Giramos y saltamos en la oscuridad de las luces de discoteca. Nos encendemos, explotamos, mezclamos y gritamos como en una traca a cámara lenta. Durante dos horas olvidamos lo que queremos ser y somos. Solo somos. De un salto calles, silencio, coche, besos y pantalla, las últimas luces de la noche. Voy a crear la pompa más grande que pueda, entraré en ella e invitaré a la convivencia al que quiera con una sola condición. Que no me despierten. No sé si podré volver a soplar.

Ivan Chorot dijo...

Querido anónimo, gracias por tus palabras. Me encantaría saber quién firma.