lunes, 25 de febrero de 2008

Funda de Paraguas


Nunca sabes para que te puede servir... dependiendo del tamaño, Importa!!

jueves, 24 de enero de 2008

No hay nada mas triste que lo tuyo




Pues es la historia empieza por la mañana, tras ir a la facultad de Filosofía y Letras para grabar la presentación del Nº8 de la revista "Periférica", sobre el análisis de la cultura y el territorio. Una vez terminado el evento salí de "La Bomba", encendí un cigarro y pensé en las siguientes jornadas aquí en Cádiz de grabación con la Uca, con la Barenboim, con los viajes a Barcelona para continuar grabando obras de teatro, danza, música y lo que salga. Pensé en todo y en vez de ponerme contento por lo afortunado de tener este trabajo, me entro el bajón.

El motivo? Pues que mis propias creaciones están ahora en un segundo o tercer plano. Mi guitarra ni esta a mi lado, mi proyecto de la serie esta en standby, mis locuras visuales personales están encerradas en mi cabeza... tengo ganas de recibir abrazos, besos, cariño vamos... no se si la decisión de este año es la correcta... echo de menos muchas cosas y sensaciones... que estoy de bajón, sin más.

Iván Von Trier, como Riki me bautizó, esta "atrezando" su cabeza.

Así que llegué a mi casa, con el ánimo por los suelos y para mas inri me pongo a buscar cosas tristes en internet... si es que los humanos somos masocas...

Y en youtube encontré esta joya ... que no se como catalogarla... pero me encanta y me puse a bailar al estilo ochentero dando saltos de un lado a otro de la habitación. 

No se quienes son estas cuatro locas, pero me han dejao flipao. La canción es de un grupo barcelonés llamado Hidrogenesse que hacen un pop tal y como escucháis. Ellas han montado este video a modo de videoclip playback handerpower. A ver si continúan grabando lo absurdo.

No hay nada mas triste que los caballitos Pony. 

lunes, 14 de enero de 2008

Niñez



Miro hacia atrás, y me veo pequeño, sensible y alegre. Despierto, curioso, alocado... Cuanto me gustaría poder encontrarme con él, conmigo mismo, y mirarme a los ojos y juntos sonreir y jugar de nuevo, sin descanso.

A ti te dedico hoy mi día, a ti pequeño Iván juguetón. Desde el futuro te escribo, creo que en el pasado soñare con esto.